Plagas: lucha y control biológico

Fruto a veces de la falta de prevención y otras de la falta de limpieza e higiene en las áreas
de cultivo, con temperaturas altas es fácil que nos aparezcan plagas en las plantas.

Por lo general las plagas más frecuen­tes en nuestros cultivos de indoor, para desgracia de muchos cultivado­r.es, son la araña roja, mosca blanca, trips y pulgón. A continuación os hablaremos un poco de cada una de ellas explicando los síntomas y daños que manifiesta y sufre la planta al ser atacada. También, explicaremos qué es la lucha o control biológico, además de cómo podemos aplicarla a nuestros cultivos.

Ácaros

Los ácaros, mal denominados a veces insectos ya que los adultos tienen ocho patas, se alimentan de la savia de la planta ubicándose en la parte del envés de los foliolos de la hoja (en nervio su mejor zona para crear núcleos).

Ponen los huevos y se alimentan cau­sando punteados en la hoja, los cuales retrasan el desarrollo vegetativo o flo­ral de las plantas y, en casos extremos, pueden llegar a acabar con la planta en sí. Con temperaturas superiores a los 28° se reproducen a gran velocidad haciendo de ellos una plaga peligrosa tanto acorto como a medio y largo plazo para las plantas.

Mosca blanca

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Al igual que los ácaros, la mosca blan­ca corresponde al tipo de parásito que se alimenta de la savia de la planta. Son muy resistentes a la mayoría de insecticidas químicos existentes y po­dríamos distinguir dos grandes clases:
BEMISIA TABACI (alas con final en for­ma redonda): Característica de la zona sur de la península. Esta especie es transmisora de virus siendo una ame­naza muy seria para la gran mayoría de cultivos agrícolas.

TRIALEURODES VAPORARIORUM

(alas con final en forma de punta):
Esta especie es más característica de la zona norte de la península, ya que aguanta mejor la humedad que la bemisia. La trialeurodes no es transmi­sora de virus.
Ambas ensucian las plantas con sus se­gregaciones, además de succionarles la savia, influyendo así negativamente en los procesos fisiológicos,de la plan­ta. Ralentizan el crecimiento y merman el resultado final de, la planta. No en vano estamos hablando de una de las cien especies exóticas invasoras J11ás dañinas del mundo, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

Trips

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Insectos que se alimentan de las cé­lulas superficiales de las hojas, lo cual ocasiona que la planta disminuya su producción final y marchita las hojas tras causar, previamente, manchas de color gris-plata en las hojas. Trans­misores de virus como el virus del bronceado del tomate. Son de color marrón, alargados y con un tamaño de 1 a 6 milímetros, existiendo más de 5.600 especies distintas. Tienen la ha­bilidad de moverse y desplazarse muy rápidamente por toda la vegetación de la planta.

Pulgón

pulgon

Así conocidos vulgarmente, aunque no guardan parentesco ni relación con las pulgas y mucho menos su modo de vida, ya que los pulgones son parási­tos de plantas angiospermas. Son de color verde, amarillentos o negros y de forma ovoide. Los pulgones poseen dos sifones que apuntan hacia atrás o hacia arriba, por donde segregan una secreción de melaza azucarada que sirve para sobornar a las hormigas, las cuales las toleran sobre la planta y, además, las protegen de posibles depredadores. Para ello succionan la savia de la planta, con lo cual parali­zan el desarrollo y el crecimiento de
la misma. Además, pueden llegar a transmitir patógenos al interior de la planta, por no hablar de la melaza azu­carada que segregan que disminuye la capacidad de realizar la fotosíntesis.

Control biológico

Es uh método de control de plagas que consiste en utilizar organismos vivos (depredadores, parasitoides o microbiológicos) con el objeto de controlar las poblaciones de otro orga­nismo.

Por tanto, una vez identificado el tipo de invasor que acecha y ataca a nuestro cultivo, lo único que debemos hacer es obtener los depredadores (específicos o genéricos), parasitoides (endodérmicos o ectodérmicos) o microbiológicos necesarios para poner fin a vuestra plaga. No obstante, sed cuidadosos y permitidme una obser­vación:
No utilicéis organismos vivos para con­trol de plagas si recientemente habéis pulverizado con productos como el NEEM o BERMECTINE a las plantas.

En este caso dad un margen de tiempo prudencial y limpiad con agua las plantas antes de introducir los organismos vivos de control biológi­co. Teniendo en cuenta que nunca es recomendable pulverizar a nuestras plantas cualquier tipo de producto cuando estas se encuentran en floración, ya que podríamos facilitar la aparición de botritis en nuestras flores por el exceso de agua.
En vuestro grow shop habitual y de confianza sabrán asesora ros sobre los distintos organismos vivos de control biológico existentes y os dirán cuál
es el más apropiado de ellos en cada situación y caso particular.

Lo ideal, de todas formas, suele ser combinar la lucha con organismos que atacan a los adultos y con los que atacan a las huevas y larvas a fin de conseguir un resultado más eficaz y rápido que nos permita salvar nuestra cosecha.

He aquí algunos ejemplos de parásitos de nuestras plantas y de sus corres­pondientes depredadores, parasitoi­des o microbiológicos. A continuación os citaremos algunos de ellos, siendo posiblemente los más utilizados o co­nocidos por su eficacia contrastada.

Estas soluciones de control biológico pueden utilizarse en todo tipo de cul­tivos agrícolas, ornamentales e incluso frutales. La relación precio resultado es bastante rentable para un cultiva­dor que posea una o dos lámparas de 600 vatios. Sobre todo si la plaga nos pilla en medio de una floración en la que poco podremos hacer para pelear con los invasores si no es utilizando el control biológico de plagas. Empre­sas como Koppert Biological Systems o Biobest llevan muchísimos años dedicándose al estudio del control de plagas.

Texto / Fotos: Huguillo / Yerba

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