Contenedores

(Marihuana en exterior, Jorge Cervantes)

Se venden contenedores de todas las formas y tamaños, y además se pueden construir de casi cualquier material. Sirve cualquier contenedor que esté limpio y que nunca se haya utilizado para guardar productos derivados del petróleo. Los tiestos de barro no son muy buenos, ya que son muy pesados y absorben humedad de la tierra, secándola con rapidez. Los tiestos y semilleros de madera son fáciles de construir y, si las paredes son gruesas, algo aislantes. Las macetas de plástico son una buen opción. Una alternativa a los contenedores rígidos son las bolsas de cultivo: buenas, baratas y duran mucho. Algunas personas utilizan como contenedor el saco en que viene la tierra de cultivo. Una vez que la tierra está húmeda, el saco mantiene bien la forma. Las bolsas tienden a expandirse y contraerse junto con la tierra, reduciendo el riesgo de que se quemen las puntas de las raíces que crecen por los lados del tiesto. De todos modos, ten cuidado de no dañar las raíces si mueves las bolsas de cultivo.

Los contenedores de poliestireno son una alternativa excelente.

Es fundamental que los contenedores tengan agujeros de drenaje en el fondo. Deben dejar que el exceso de agua drene con facilidad, pero no tienen que ser tan grandes que la tierra se escape por ellos. Forrando con papel de periódico el fondo de los tiestos, el drenaje será más lento y la tierra no se escapará.

Regla práctica: las macetas necesitan un mínimo de dos agujeros de 1 centímetro de diámetro por cada 30 centímetros cuadrados de fondo. Si tienes un plato bajo la maceta, no dejes que el agua que drene se quede en el plato más. de tres días. El agua estancada puede provocar que las raíces se pudran y aparezcan hongos.

En terrazas o azoteas muy soleadas, usa grava o piedras grandes hasta de 5-7 centímetros en el fondo de la maceta para lograr un drenaje más lento. La diferencia entre el tamaño de las partículas de tierra y el tamaño de las piedras de drenaje crea una presión que aguanta el agua y evita que escurra.

El tamaño del contenedor es muy importante. El canriabis crece muy deprisa y, para lograr un desarrollo vigoroso, necesita bastante espacio para las raíces. Si las raíces se encuentran confinadas, el crecimiento se vuelve muy lento.

Las raíces de la marihuana se desarrollan veloces. Cuando una raíz se encuentra con la pared de la maceta, crece hacia abajo y luego va girando, circunvalando el interior del tiesto. Cuando el sol calienta las macetas, la tierra se contrae y se aparta de la pared del contenedor, los pelos de las raíces mueren y dejan de absorber agua y nutrientes. Para prevenir esta problemática contracción de la tierra, pasa tu dedo por la pared interna del tiesto trabajando la tierra para rellenar el hueco entre la tierra y la maceta. Mantén la tierra uniformemente húmeda para evitar que se sequen las raíces del perímetro. Trasplanta las marías antes de que los tiestos se queden pequeños e impidan el desarrollo de la planta. Una vez que el desarrollo se detiene y atrofia, la planta tarda semanas en tener nuevas raíces y volver a crecer con normalidad.

El mejor sistema para cultivar plantas fáciles de mantener es plantar los esquejes o las plántulas directamente en un tiesto de 20 a 40 litros. Con este método, son necesarios menos contenedores y menos trabajo. Además las plantas sufren menos estrés. Muchos cultivadores plantan varios esquejes o plantones en cada contenedor y escardan después las plantas más débiles, dejando sólo una o dos matas fuertes.

Regla práctica: calcula 8 litros de tierra por cada mes que la planta pasará en la maceta. Una maceta de 40 litros mantendrá a una planta durante más de seis meses.

Los contenedores expuestos al sol se ponen ¡muy calientes! Una maceta negra bajo sol directo puede alcanzar temperaturas de más de 50° C en menos de una hora. La mayoría de las raíces que absorben alimentos se encuentran situadas alrededor del perímetro interior del contenedor, cerca de la pared. Estas frágiles raíces son finas como pelos y se cuecen en pocos minutos a estas temperaturas. Muertas, las raíces no pueden absorber agua ni alimentos para la planta. La planta se atrofia y detiene su desarrollo hasta que crecen nuevas raíces. Las raíces no resucitarán por mucha agua o abono que demos a la planta.

Resuelve el problema de los tiestos calientes colocando cada maceta dentro de otra algo mayor para que la aísle del sol. Este simple sistema de aislamiento creará una capa de aire fresco entre los dos contenedores. También puedes fabricar una pantalla que refleje el sol y mantenga el contenedor fresco y a la sombra. Este fácil sistema de enfriar los contenedores puede doblar la cosecha.

Si es posible, en zonas cálidas, utiliza contenedores blancos, que reflejan la luz solar y repelen el calor en lugar de absorberlo. Los contenedores oscuros se pueden usar en una cosecha temprana de primavera para que absorban el calor. Los contenedores blancos también pueden calentarse mucho y deben ser sombreados.

Los suelos de baldosas, azulejos y cemento en terrazas, balcones y azoteas mantienen el calor durante el día y se enfrían por debajo de la temperatura ambiente por la noche. Para mantener estable la temperatura de los contenedores, eleva la maceta del suelo frío/caliente, lo que permite la circulación de aire por debajo. Un mantillo o mulch de piedras blancas, plástico, conchas, etc. sobre la superficie de la tierra, alrededor de las plantas, ayuda a retener la humedad y repele el calor.

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